A punto de cumplir 45 años de su estreno, Tiburón (Jaws), supuso el mayor cambio en la industria del cine (con permiso de Star Wars), dando comienzo a lo que hoy en día conocemos como «blockbuster», además de la consagración de un joven cineasta, Steven Spielberg.

«Necesitará un barco más grande»

Con solo un presupuesto de 9 millones de dólares, Tiburón alcanzó una recaudación mundial de 470 millones, un hito sin precedentes para una película en particular y para la industria en general.

Considerada como una de las 100 películas más importantes de la historia del cine, Tiburón se preserva en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

No solo cambió la forma de hacer cine, además influyo en la psicología humana al cambiar por completo como percibimos a un tiburón desde el día de su estreno.

Aún así, la producción tuvo innumerables problemas en su producción que casi la llevan a la cancelación, se pasó de presupuesto pasando de 4 a 9 millones o más y de tiempo de rodaje, necesitando 159 días de los 55 iniciales.

Los tiburones mecánicos funcionaban mal no, lo siguiente, y Spielberg insistía en grabar en el mar, lo cual dificultaba el rodaje. Los problemas técnicos llevaron a Steven a mostrar menos al Tiburón de lo pensado. Pero, gracias a ello, aumentó y favoreció la tensión en toda la película.

El Tiburón de Spielberg necesitó, como bien dice el Jefe de Policía Brody, interpretado por un magistral Roy Scheider, «Un barco más grande», frase que, como curiosidad, no estaba en el guión.

Actores, guiones y mala leche

Tiburón es recordada por las grandes actuaciones de su elenco protagonista, Roy Scheider (Brody), Richard Dreyfuss (Hooper) y un inconmensurable Richard Shaw (Quint), además de un potente guión..que se hizo sobre la marcha.

Pero la realidad es que los actores tardaron en llegar, ya que Benchley (guionista y autor del libro), pidió directamente a Robert Redford, Paul Newman y Steve McQueen en los papeles principales.

Rovert Duvall rechazó ser Brody, porque quería interpretar a Quint y Charlton Heston fue descartado por Spielberg porque quería que el protagonista fuera un hombre corriente. Nombres como Jon Voight o Jeff Bridges se barajaron para interpretar a Hooper.

Richard Shaw no aceptó de primeras el rol de Quint, porque detestaba el libro de Benchley, pero la insistencia de su mujer y de su secretaria le hicieron cambiar de opinión.

Rychard Dreyfuss también cambió de opinión tras su negativa inicial, ya que pensó que si lo rechazaba, nadie lo volvería a contratar tras una mala actuación, refiriéndose a American Graffitti. Dreyfuss fue sugerencia de George Lucas, tras su experiencia con él en la citada película.

Tiburón: Rodaje de alto voltaje

El resumen del rodaje en una palabra sería «infierno». No solo por ya la elección de casting y los problemas mecánicos, sino también por las desavenencias entre escritor y director. Steven tuvo que expulsarlo del set de rodaje porque el final le resultaba «poco creíble».

Dreyfuss y Shaw se llevaron a matar durante la grabación, y eso se plasmó en la película, coincidiendo con las necesidades del guión, así que indirectamente, la película se benefició de ello.

Dreyfuss también denunció los graves problemas que tenía Shaw con el alcohol. En el monólogo de Indianápolis se tuvo que repetir la toma, ya que arrastraba las palabras. Shaw rectificó al día siguiente pidiendo otra oportunidad…y lo bordó.

Steven tampoco grabó la escena final de la película, porque pensaba que el equipo lo tiraría al agua tras un rodaje infernal. Lo cual se convirtió en tradición y Spielberg nunca está presente el último día de rodaje.

Tiburón: estableciendo records sin precedentes

Cómo hemos comentado anteriormente, y a pesar de los problemas de producción, Tiburón (Jaws), supuso «el punto de inflexión» en la industria del cine, fue el primer taquillazo veraniego y cambió completamente el modelo de negocio.

Fue la primera película de la historia en superar los 100 millones de dólares de recaudación. Solo en su primer fin de semana en Estados Unidos, recuperó casi toda la inversión inicial de la película. Las productoras empezaron a frotarse las manos con tamaño resurgimiento gracias al Rey Midas.

La cinta, fue la inventora del merchandising, que después perfeccionaría George Lucas con el inmenso éxito de Star Wars, sacándo camisetas, tazas de desayuno, toallas de playa, juguetes, pósters, juegos de mesa y un largo etc.

También inolvidable la partitura del maestro John Williams, que le valió el Oscar y que fue una parte fundamental en elevar aún más si cabe la tensión en la película, aunque Spielberg pensó que Williams se estaba riendo de él cuando tocó la melodía por primera vez, la cual solo contenía dos notas.

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