En la película de John Carpenter «Están Vivos» «They Live«, un trabajador encuentra de forma casual unas gafas. Las gafas permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas, descubre que personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres.

Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a la humanidad en esclavos.

John Carpenter en su salsa

Después de tener a sus pies tanto a la crítica como al público con grandes éxitos como «La Niebla», «La Cosa», «1997: Rescate en Nueva York» o «Golpe en la pequeña China», el maestro Carpenter afrontaba su decimotercero largometraje volviendo a sus raíces, al cine con alma de serie B.

En «Están Vivos», Carpenter adapta un relato de Ray Nelson publicado en 1963, en The Magazine of Fantasy & Science Fiction, titulado «Eight O’Clock in the Morning», en la que re-imagina los típicos arquetipos de una invasión extraterrestre.

John Carpenter regresa de nuevo a sus orígenes divertidos, desenfadados y delirantes marca de la casa después de su adaptación de «El Príncipe De Las Tinieblas».

La política y John Carpenter

Cómo comentabamos al inicio la premisa es sencilla, el mundo está controlado por una raza extraterrestre que domina las altas esferas políticas y sociales. Mediante mensajes subliminales tienen a la humanidad bajo un control total.

Los extraterrestres no dejarán que su plan se desmorone, a pesar de que un humano les ha descubierto, el cual iniciará su particular cruzada para combatir el sistema implementado por los alienígenas.

Nos encontramos sin duda alguna, con una de esas joyas y títulos de culto de los 80, cuyas teorías acerca de la realidad que nos presenta John Carpenter hizo correr ríos de tinta durante años.

Una feroz crítica al sistema capitalista

La película «Están Vivos» es un tremendo directo al sistema capitalista y a los valores que predica. El propio director confesó que su pretensión era atacar directamente la era Reagan, y como la sociedad se había convertido en la máxima representación de la codicia.

Para este ataque al capitalismo, contó con la presencia de su protagonista, John Nada, encarnado por Roddy Piper, un profesional de la lucha libre que conoción en 1987 en WrestleMania III.

El director también rescata a Keith David, con el que había coincidido en la película «La Cosa» y en la que mostró su gran admiración por su trabajo en la película. Escribió pensando en él para el rol de Frank, el perfecto compañero de batalla de Nada.

Durante la película no se menciona en ningún momento el nombre del personaje interpretado por Roddy Piper. Sólo en los créditos aparece acreditado como «Nada», en relación al protagonista del relato de Ray Nelson, que se llama George Nada.

Censura y polémica

Debido a la profunda crítica al sistema y carga política de la película, desde la productora intentaron frenar y alterar el mensaje que el director quería dar. Pero Carpenter no dió su brazo a torcer y se salió con la suya.

Carpenter tampoco se cortó un pelo en satirizar a dos de los críticos más famosos de la época, Gene Siskel y Roger Ebert, convirtiéndolos en dos alienígenas en la película donde hablan sobre la violencia en el cine, en clara referencia a su rechazo a la película «La noche de los muertos vivientes» de George A. Romero.

Hasta hace poco el propio Carpenter ha tenido que desmentir las absurdas teorías que circulaban sobre la trama, como que la película era una metáfora del control del mundo por parte de los judíos.

Carpenter fue claro: «Esto va sobre los yuppies y el capitalismo sin control. No tiene nada que ver con los judíos, lo cual es una calumnia y una mentira.«

Taquilla y curiosidades

La película se estrenó el 4 de Noviembre de 1988 para no coincidir con el estreno de «Halloween 4» y no competir con ella. Recaudó un total de 13 millones siendo el coste de producción de unos 3 millones de dolares.

Con el tiempo, la revista especializada Entertainment Weekly la colocó en el puesto 38 de la lista «Top 50 Cult Movies». Total Film la incluyó en su lista de «The 34 Greates Cult Movies All Time».

La película dejó varios mensajes y frases para la posteridad, siendo una de las que más caló la formulada por Roddy Pipper en un momento de la película «Vine a mascar chicle y patear culos, pero no tengo chicle». Frases que tenía anotadas el propio actor para sus entrevistas de Wrestling.

En defenitiva un titulazo que siempre da que pensar y de obligado visionado o re-visionado durante este tiempo de cuarentena en casa.