Akira, 30 años del anime de Katsuhiro Otomo que lo cambió todo

¡Akira! ¿Quién no recuerda a Akira? Pues el 16 de octubre de 1988 se estrenaba en Japón este famoso anime. 30 años está a punto de cumplir. Akira, con la película y el manga, abrió las puertas de la industria japonesa de animación al mundo entero. El anime japonés, después de muchos años, por fin encontró la trama que exportaba su imaginario e influir finalmente en la cultura popular occidental. 

Entonces, el 16 de octubre de 1988 nació una animación sin precedentes, Akira, basada en la monumental obra homónima de Katsuhiro Otomo.

Akira, el anime que lo cambió todo

Akira se sitúa en el año 2019 (falta menos de un año, casualmente) y está situada en el Neo-Tokio, una gran ciudad construida en las ruinas de la antigua Tokio 30 años después de una gravísima explosión nuclear que dejó medio planeta prácticamente en ruinas.

Con este catastrófico trasfondo, Otomo inicia las tramas que protagoniza Kaneda, que es un líder de una banda de motoristas callejeros. Akira junta ciberpunk, anarquía, religión, thriller, drama, acción y ciencia ficción… un conjunto increíblemente brillante.

Otomo empezó la carrera primero como dibujante de manga en la década de los 70 pero no fue hasta que en los comienzos de los 80 no empezó a darle vueltas a una idea que tenía en la cabeza y, finalmente, dio a luz Akira, después de un cóctel de ideas. Sus influencias fueron películas como Easy Rider, Bonnie and Clyde o Five Easy Pieces.

El manga salió a la luz en 1984 en Japón y fue un rotundo éxito. Lo que fue realmente histórico es que los tomos fueron los primeros en exportarse a Europa y a Estados Unidos cosa que nunca había ocurrido en la historia de los animes y mangas japoneses. El impacto fue increíble y popularizó la narrativa de un país. Akira, además, ganó el Premio Eisner 2002 de obra extranjera.

Otomo quería más

Akira quería ser algo más, al menos eso quería su autor, Otomo que decidió producir la película y eso que el manga no había terminado, pero quiso que el anime se hiciese incluso teniendo un final diferente. Otomo quiso trasladar su obra magna a la animación y creo incluso un comité, el Comité Akira.

Akira tuvo un presupuesto increíble. Más de mil millones de yenes, casi 10 millones de dólares, que para la época fue la obra más cara jamás realizada en Japón. La financiación se sacó gracias al consorcio de grandes empresas y unió a ocho gigantes para la financiación: Bandai, Toho, Laserdisc Corporation, Kodansha, Mainichi Broadcasting System, TMS Entertainment, Hakuhodo Incorporated y Sumitomo.

Akira tuvo un impacto y un éxito sin precedentes. 6.3 mil millones de yenes de recaudación solo en la taquilla nipona de 1988 y se convirtió, junto a Miyazaki, en el máximo exponente de la cultura de animación japonesa.

La moto

Uno de los elementos más famosos de Akira ha sido, es y será la moto del protagonista. Si acudís a Google y ponéis la moto de Kaneda puede que incluso habéis llegado a este artículo y es que su moto es un elemento de culto donde fans y diseñadores no han parado de hacer versiones de esta increíble moto.

La moto es una eléctrica de 154 kilogramos de peso y su cara dura 2 horas. Su velocidad máxima es de 243 km/h y viene equipada con ordenador, radar, sistema de navegación y lector de CDs. Menos en esto último, el autor adivinó bastante bien cómo sería todo en 2019…

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